sábado, 26 de mayo de 2007

Rescatando al Coronel Arnaldo Panizo: Documentos revelan importante participación en la defensas de Arica.(*)

Por Juan Carlos Flórez Granda
jcflorezg@sehcap.org

En la historia de la guerra de 1879 contra Chile, no siempre el Perú salió perdiendo cada encuentro. Podemos resaltar dos triunfos para las armas peruanas: la batalla de Tarapacá y el combate de Sangrar sin contar con las hechas por nuestro monitor “Huascar” en la campaña naval. Pero existen más acciones, tan gloriosas como las mencionadas que a la luz de los documentos es necesario resaltar y rescatar para orgullo de nuestra historia e identidad.

Nos referimos a los dos combates de costa en Arica, los días 27 de febrero y 17 de Marzo de 1880, antes de la toma del Morro el 07 de junio de 1880. Triunfo indiscutible para los peruanos y prueba de fuego de sus fortificaciones cuya jefatura de construcción cayó en las manos del Comandante General de Artillería de Campaña y Comandante General de las Baterías del Norte, el coronel Arnaldo Panizo. Aquí la historia.

Antes que Chile nos declarara la guerra, Arica era un puerto indefenso y desartillado. Es por ello que bajo el mandato de Mariano Ignacio Prado se ordena fortificar esa plaza llegando a ser, después del Callao, la más fuerte de la costa peruana.
La jefatura de los trabajos de fortificación recayeron, el 2 de abril de 1879, en la persona del coronel de artillería Arnaldo Panizo secundado por los Ingenieros Eléspuru y Castillo. Durante su mandato se construyeron y artillaron las Baterías del Norte: “Santa Rosa”, “San José”, “2 de Mayo” y las del Este, uniéndose estas por una línea de fortificaciones pasajeras.

El 13 de noviembre de 1879, la comisión inspectora de las baterías de Arica informaba lo siguiente:
“…Tengo el honor de dar cuenta á Us. de la inspección que se ha practicado en las baterías del Norte, mandadas por el Sr. Corl. D. Arnaldo Panizo, permitiéndome desde luego manifestar a Us. La satisfación que ha tenido la comisión al encontrar las citadas baterías en buen estado de adelanto, que no es fácil comprender que en el poco tiempo de su establecimiento se hayan emprendido trabajos de tanta importancia y significación que solo el patriotismo y constancia así como la inteligencia de su primer Jefe y disciplina de sus subordinados, pueden haber dado cima á una obra que está llamada a dar un día de gloria al país…”

Efectivamente la comisión no se equivocó en el informe remitido al Coronel José de la Torre, Jefe del Estado Mayor del Primer Ejército del Sur en ese momento.
El 27 de febrero fue la gran ocasión de verificar la inexpugnabilidad de la plaza, apoyados por el monitor “Manco Capac”.
Los apuntes del parte del cononel Panizo nos muestra fe de ello:

“…A las 8am del día de hoy, me constituí como de costumbre en los trabajos de fortificación de campaña que están bajo mi dirección y estando allí, me llamó la atención la proximidad del “Huascar” a las baterías del “Morro” y desde ese momento creí inevitable un combate, el que no se dejó esperar; pues a las 9am rompió sus fuegos dicha batería.
Inmediatamente pasé a las baterías del Norte acompañado del Sargento Mayor, D. Pedro Ugarteche, del Ing. Señor Teobaldo Eléspuru, del Secretario de esta comandancia Sargento Mayor Graduado, D. Ernesto Diez Canseco y del ayudante Subteniente Don. M. Gerardo Soria; donde encontrando a Ud. Me ordenó tomara el mando de dichas baterías.
Constituime en la de “Santa Rosa” que fue la primera en hacer fuego…” “…siguiendo inmediatamente la de San José…” “…El combate continuó contra el “Huascar” y la corbeta “Magallanes” que se le unió poco después hasta las 10h30am, dando comienzo de nuevo a las 11 y terminando a las 4pm por haberse puesto el enemigo fuera de tiro, huyendo del monitor “Manco Capac” y de los fuegos del “Morro” y de las baterías del Norte, haciendo los últimos disparos la de San José..” “ El Benemérito Sor. Contralmirante y Us. Testigos oculares habràn quedado complacidos del entusiasmo y valor de los que combatieron bajo mis óredenes en las Baterías del Norte…”

Cabe resaltar en este combate que el monitor “Huascar” ya en poder de Chile, recibió el bautizo peruano debido a un certero tiro del monitor “Manco Capac” que, con un proyectil de 500 libras, acerto directamente llevándose de encuentro el palo de mesana y al comandante Manuel Thompson y pudo sufrir peor furtuna si es que en ese momento el otro cañón del monitor peruano no hubiera sufrido contratiempos al ser disparado.

Esta fue, como habíamos mencionado el primer combate de costa ganado por los peruanos en una operación conjunta entre la artillería del ejército y marina.

Veinte días después las fortificaciones de Arica afianzaron su inexpugnabilidad por mar, contribuyendo notablemente al desbloqueo del puerto por intermedio de la corbeta “Unión” comandanda por el Comandante Manuel Villavicencio.

El parte del coronel José de la Torre nos dá luces de este segundo combate:

“…Tan luego que se me dio parte en el campamento de que la corbeta “Unión” había fondeado en el puerto, en la mañana de ayer, me constituí inmediatamente a bordo á fin de disponer lo concerniente, para el desembarco de lo que conducía, y atender a la vez, á la provisión de lo que necesitara. En efecto, así lo verifiqué y habiéndose apercibido a poco rato, que el monitor “Huascar” se dirigía a la rada, ordené al comandante del monitor “Manco Capac”, que se encontraba en la corbeta, se saliera una y media milla afuera, con el buque de su mando, para cubrir con sus fuegos a la “Unión”; disponiendo á la vez que el coronel D. Arnaldo Panizo, que me acompañaba en esos instantes, se constituyera en su puesto, como Jefe que era de las Baterías del Norte, con el objeto de atender a la parte que le concernía, en el combate próximo a librarse….” “…A las doce se rnovó el combate, el cual se hizo general desde ese momento, siendo de notar que dirigiéndose el “Cochrane” a atacar de un modo decisivo a la “Unión”, tuvo que desistir de su empeño, por tres certeros de a trescientos que le dirigió las baterías del norte, y por el nutrido fuego que se le hacía de todos nuestros fuertes, marchando a todo su andar á colocarse al frente del “Morro”, de donde también fue rechazado, haciendo apagar el fuego del enemigo á las 2:20pm…” “…Concluido el combate, me constituí à las 4 horas 30 minutos pm en la corbeta “Unión”, y oredené a su comandante que zarpara en el acto, aprovechando, de la oportunidad de haberse reconcentrado hacia el Oeste los buques enemigos…” “…Efectivamente, á las 5 y 15pm., levó anclas la corbeta y se hizo a la mar con rumbo sur, entre los hurras de los valerosos combatientes, que la habían defendido con abnegación y entusiasmo…” “…no concluiré sin encomiar la decisión y entusiasmo general de los combatientes; permitiéndome recomendar particularmente a Us., al Comandante General de las Baterías de esta Plaza, Capitán de Navío D. Camilo Carillo, Al Coronel D. Arnaldo Panizo y al Capitán de Fragata Comandante del monitor “Manco Capac” D. josé Sanchez Lagomarsino, á quienes se les debe el que no se haya perdido la corbeta, que hubiera sido destruida por la artillería enemiga…”


Esta acción le valió al coronel Panizo recibir un telegrama de felicitación el día 19 de marzo:

“Sr. Coronel Panizo. Arica. El amigo y el Jefe te felicitan por los bellos resultados que han dado tus incesantes trabajos en las baterías. Firmado: Montero...”

Llegamos al final de esta primera parte en rescate de un personaje poco mencionado en la historia pero de vital importancia para el entendimiento de la guerra. En futuras publicaciones mostraremos otras acciones muy relevantes de Panizo en el Alto de la Alianza y en la Defensa del último bastión de la resistencia peruana en Chorrillos: el Morro Solar.

¿Quién fue el coronel Arnaldo Panizo?.

Fue hijo del Almirante Juan José Panizo y Talamantes, héroe naval asesinado durante la revolución de Prado y Montero el 24 de junio de 1865. Ingresa a la Escuela Naval Militar el 8 de Enero de 1856. Participa en la ocupación de Ecuador como Sub Teniente de la 1a. Cía. del Batallón de Artillería de Montaña y como Sub Teniente en la 3ra. Cía del Escuadrón Volante a mando del Coronel Francisco Bolognesi. Contribuyó a recuperar el cuartel de Sta. Catalina durante la revolución de los hermanos Gutiérrez.

En la guerra con Chile, fuera de lo que hemos dado a conocer en este artículo, participó en la Batalla del Alto de la Alianza el 26 de mayo como Comandante General de Artillería comandando el ala izquierda de la línea llegando a salvar 2 cañones, 1 ametralladora, el parque sobrante y 36 artilleros, dejándolos en Puno.
Fue nombrado Comandante General de las Baterías de Chorrillos y Miraflores. Organizó y actuó en la Batalla del 13 de enero, comandando las baterías Mártir Olaya, Provisional y Marcavilca. Fue el real defensor del Morro Solar, último bastión de la defensa peruana, resistiendo en la batería principal hasta las 2:10pm. Injustamente la historia nombra al coronel en ese entonces, Miguel Iglesias, como defensor del Morro cuando lo fue valerosamente en Chorrillos hasta ser capturado alrededor de las 12 del día. Iglesias nunca pisó la cima del Morro Solar. Fue Panizo junto con sus artilleros que llevaron sobrehumanamente la última resistencia desde las 12 hasta las 2:10pm, sin rendir el Morro.

Conclusión

No todo es negativo en la historia de la pasada guerra con Chile. Vendimos muy cara nuestras derrotas y en muchos casos ganamos en base a ingenio y patriotismo a pesar de estar en inferioridad de condiciones, como es el caso de estos dos combates poco mencionados en nuestra historia.
Han pasado más de cien años de esta guerra. Es vital para todo peruano aprender de cada acción y analizar concienzudamente cuales fueron nuestros errores y virtudes para no volverlos a comenter.
Hoy día Chile emprende una campaña recordando a sus héroes de esta “epopeya”, como la llaman ellos, y que el Perú como respuesta debería hacerles recordar a cada habitante chileno que los peruanos luchamos en inferiores condiciones y ellos no obtuvieron triunfos fáciles como algunos sostienen. Difícilmente podrá ocurrir otra catástrofe como la que ocurrió en 1879 porque fue a partir de esta experienca es que el concepto de unidad frente a la adversidad se afianzó en nuestra nación y sobradamente lo hemos demostrado en posteriores conflictos.

(*) Texto publicado en el diario "La Razón" el martes 24 de Abril del 2007.