jueves, 14 de mayo de 2009

Colegio de Historiadores: Un atentado contra los libres pensadores en Historia.

Quien escribe no es historiador profesional. Fuera de mi actividad principal, me dedico a la investigación histórica desde hace más de 12 años, sobre todo lo que concierne a la guerra de 1879.
En todo ese tiempo he aportado mis conocimientos publicando libros, artículos en revistas, dictando por invitación charlas en institutos históricos, universidades y escribiendo en medios impresos de comunicación. Me considero un investigador autodidacta y la pasión que tengo por la historia me ha llevado a solventar investigaciones con recursos propios y leer muchos libros para aprender técnicas de estudio y conservación no solo en la teoría sino también en el campo. He recorrido varios archivos públicos y privados digitalizando documentación valiosa y completa por lo que hoy cuento con un banco de datos lo suficientemente amplio e inédito para mis investigaciones sobre la guerra de 1879.

Con la supuesta aprobación de este proyecto, todos los investigadores autodidactas que no somos historiadores pasaríamos a la categoría de delincuentes, sin libertad ni derecho de opinar en la materia, ya que uno de los puntos de sustentación del proyecto dice a la letra: "...persiga y corrija con contundencia, dentro del marco legal, el intrusismo profesional y la autonominación como historiadores que se hacen personas que no lo son..."
¡Qué gran atentado a la libertad de expresión!.

Los grandes historiadores de la humanidad nunca fueron historiadores con título sino simples, observadores, investigadores, libres pensadores y escritores de sus hechos. En el caso peruano contamos con numerosas personas que nunca tuvieron un título de historiador pero que han dejado para la posteridad valiosos estudios de nuestro pasado.
El título de historiador no es garantía de la capacidad ni sapiencia de una persona; son los estudios, investigaciones y trabajos posteriores que dan al profesional titulado la experiencia y reconocimiento necesarios, producto de su esfuerzo y capacidad. De ellos también existe una larga lista de prestigiosos profesionales.

La profesionalización de la historia es muy importante porque proporciona valiosas herramientas que conducen a un esquema científico de investigación. De eso no existe duda.

Crear un Colegio de Historiadores con el fin de establecer que solamente los historiadores titulados y colegiados son los autorizados en publicar libros y opinar sobre historia, según se desprende en la sustentación del Proyecto de Ley No. 904/2006-CR, el cual tengo a la mano, y sancionar de acuerdo a Ley a cualquiera que emita alguna opinión, publicación y no sea un profesional de la historia es tan disparatado como crear un Colegio de Artistas donde solo los artistas titulados puedan elaborar algún material artístico y sancionar de acuerdo a Ley a cualquier persona que se atreva a pintar, exponer, elaborar cualquier pieza artística.

¿Qué hay de los cientos de autodidactas que nos dedicamos a aportar conocimientos, experiecia y trabajamos conjuntamente con historiadores profesionales para lograr un mejor compresión de nuestro pasado?.
El día de mañana cerrarán el acceso de todos los archivos a los investigadores, periodistas, genealogistas, etc., bajo el pretexto de no ser historiador titulado y colegiado. Habría que analizar qué clase de historiadores están detrás de este proyecto porque al parecer el problema central son los celos profesionales y la falta de oportunidades de trabajo ante la creciente ola de investigadores que ofrecen publicaciones de temas históricos con justo fundamento.
El historiador promedio se gana un sitial y prestigio con un estudio detallado del tema y ellos son la mayoría, los mismos que rechazan la creación de este Colegio por tener serias irregularidades de fondo. La colegiatura es buena pero que esta no afecte la libre expresión y acceso a la información y conocimiento.
La diferencia entre un investigador y un historiador es que el primero se circunscribe a temas específicos que le interesan, en mi caso el siglo XIX y la guerra con Chile. El segundo tiene una formación académica universitaria global y por ende las herramientas y visión necesarias para comprender un contexto específico o general de cualquier periodo histórico. Me es necesario muchas veces contar con la consulta de un historiador para centrar los objetivos a plantear y a la vez el historiador se enriquece con la minuciosidad y experiencia de lo investigado.

Cerrar las puertas al libre conocimiento y circunscribirlo exclusivamente a historiadores titulados, atenta contra la libertad de derecho que tenemos todos los peruanos para acceder a la información y más cuando se trata del estudio de nuestro pasado.

Se nota claramente la intervención y sesgo de la Asociación de Historiadores de la Región Sur para beneficio propio (más miembros de ese gremio) y por lo que he estado leyendo y consultando con otros historiadores no tiene gran representatividad nacional. Espero que este proyecto no se apruebe por contener irregularidades constitucionales y vuelva a ser revisado por completo por un grupo democrático de historiadores con representatividad en el medio nacional.
Si se pretende crear un Colegio de Historiadores, que este no atente con las libertades básicas de información y expresión en la que los mismos periodistas de investigación no tendrían derecho a acceder ni publicar nada relacionado al pasado histórico de nuestro país.

Rechazo plenamente un proyecto de Ley que afecta a todos los peruanos comunes, aficionados, egresados y profesionales que se interesan en la investigación histórica.
Atentamente,


Juan Carlos Flórez Granda.
Publicista e investigador de la Guerra del Pacífico
Director de la Sociedad de Estudios Históricos
Coronel Arnaldo Panizo (SEHCAP)